Manos que curan. Parte 26ª

Manos que curan. Parte 26ª

Manos que curan. Bárbara Ann Brennan parte 26ª

Este capítulo 26ª en audio

Capítulo 26

LA SALUD, UN RETO PARA SER UNO MISMO

Este capítulo se centra en las cuestiones específicas de los cuidados y la curación de uno mismo.  Lo más importante que el lector debe aprender sobre su salud es la forma de mantenerla. En mi opinión, los principios capitales para el mantenimiento de la salud son los siguientes:

  1. Mantener una profunda conexión con uno mismo y la propia finalidad en esta vida, tanto a nivel personal como en el mundo. Esto significa tener amor y respeto hacia uno mismo (capítulos 3 y 26).
  2. Entender lo que la salud y la curación significan para uno (capítulos 14, 15 y 16).
  3. Atender y cuidarse a uno mismo. Esto significa escuchar la guía interior que nos avisa tan pronto como se produce un desequilibrio en algún lugar, y seguir esa guía (capítulos 1, 3, 17 y 19).

Cuidarse a uno mismo

Para cuidarse bien a sí mismo, el lector necesita practicar una rutina diaria que incluye meditación, ejercicio, buena alimentación, higiene adecuada, el tiempo preciso de descanso cuando lo necesite y la ropa, el hogar, el placer, el reto personal, la intimidad y los amigos apropiados. Mezcle todo ello con una buena cantidad de amor y cosechará grandes satisfacciones.  Sus necesidades personales variarán con las semanas y los años, por lo que debe ser flexible:  lo que resulta correcto en un período determinado puede no serlo en otro. En lugar de recibir recomendaciones de otros sobre el régimen concreto que necesita, es más importante que lo determine usted por sí mismo. Ésa es la esencia de la curación y la buena salud: autorresponsabilidad y hacer que el poder regrese al propio yo. He aquí una lista de sugerencias sobre los cuidados de uno mismo y los ejercicios de curación expuestos en este libro. Recuerde que la variedad es la sal de la vida y que el crecimiento personal se desarrolla con el cambio.

  1. Meditación (capítulos 3, 17, 19 y 20). Mi meditación favorita es una que me ofreció Emmanuel cuando trabajaba conjuntamente con él, Pat y Heyoan. Yo la denomino meditación sobre el futuro/pasado.

Siéntese en una postura cómoda, preferentemente con la espalda recta.  Preste atención a su manera de respirar: inspire y espire. Cada vez que tome aire, inspire el futuro en todas sus poderosas posibilidades. Al espirar, exhale el pasado y todo lo que se fue con él.  Limítese a inspirar futuro y espirar pasado. Lo que inspira es el futuro y lo que espira el pasado.  Deje que el pasado se vaya. Inspire futuro y todo lo que desea crear. Espire pasado y todas las falsas limitaciones que se impone a sí mismo. El futuro nada tiene que ver con el pasado. Deje que se vaya el pasado. Siga inspirando fu- turo y espirando pasado. Observe cómo todo su pasado va quedando detrás de usted y cómo va llegando el futuro. Vea cómo se alejan sus vidas pasadas y cómo acuden hacia usted las futuras. Observe el paso del tiempo y véase a sí mismo como el punto central de la conciencia. Usted es el punto central de la conciencia y la experiencia avanza a su lado. Se encuentra sentado en el centro de la realidad. No está cambiando; existe dentro de los límites del tiempo. Ahora bien, en el intervalo entre inspirar futuro y espirar pasado hay una pausa. Es en ese momento de pausa en la respiración cuando usted se deslizará al eterno ahora.

  • Ejercicios físicos (capítulo 21). Además de los ejercicios que aquí se indican, en la actualidad hay por todas partes muchísimos centros de mantenimiento físico que ofrecen cursos de aerobic, natación, yoga y artes marciales, como el tai chi. ¿Le gusta nadar o correr? ¿Qué le produce más placer? Hágalo.
  • Buena alimentación. No hemos hablado mucho de ella en este libro. En numerosos libros de dietética, que encontrará en cualquier librería, se ofrecen buenas dietas. Le recomiendo una que siga muchas de las reglas de las escuelas macrobióticas: muy poca carne, y si la come, le aconsejo que no coma carnes rojas. Es de suma importancia que tome generosas raciones de cereales equilibrados, verduras, ensaladas y un poco de fruta, preferiblemente del tiempo. Según la estación, la dieta invernal se basará más en tubérculos, y la estival en ensaladas, verduras y frutas frescas.  Los cereales son necesarios todo el año.

Sea cuidadoso con las vitaminas que toma.  Muchas personas reaccionan negativamente a ciertas vitaminas que toman con regularidad, aunque no lo sepan. Si se halla usted sometido a un trabajo de curación, necesitará suplementar su dieta con un buen compuesto rico en minerales y vitaminas múltiples, y tome, además, cantidades adicionales de calcio, potasio, magnesio y vitamina C. Puede que necesite también una cantidad adicional de vitamina B.  Soy deliberadamente poco explícita al respecto, ya que las necesidades del cuerpo de cada persona son variables. Lo más aconsejable es que cada uno descubra por sí mismo lo que necesita tomar, en qué cantidades, cuándo y durante cuánto tiempo.

Preste atención a sus alimentos cuando los vaya a comer.  Haga que su aspecto en el plato sea atrayente. Sea consciente de que el alimento pasa a su cuerpo para nutrirlo, darle energía y permitir el crecimiento de las células. Mastíquelo, saboréelo y, sobre todo, disfrute de él, recordando siempre que proviene de la generosa tierra.

Como experimento, siga de vez en cuando el recorrido del alimento por su cuerpo cuando lo ingiera. Preste atención a su «apestar», que es el mecanismo por medio del cual su cuerpo informa de sus necesidades a las papilas gustativas. Es distinto del ansia. ¿Qué es lo que ansía usted? Por lo general, algo a lo que es alérgico. No lo coma.  El ansia por ese alimento desaparecerá en el plazo de tres a diez días. Dé a su cuerpo lo que necesita; escuche sus mensajes. Ni que decir tiene que si ansia continuamente algún alimento es que algo anda mal. Si desea comer cosas dulces en todo momento, intente averiguar por qué. Lo más probable es que no se haya estado alimentando debidamente, y su cuerpo se lo reclama ansiando energía rápida.

Usted sabe, por supuesto, que muchos de los aditivos conservantes de los alimentos son perniciosos para su salud. La mayoría de nuestros alimentos contienen, además, pequeñas cantidades de tóxicos procedentes de los pesticidas, herbicidas, fertilizantes y productos químicos que se encuentran en el medio ambiente. La mejor forma de combatirlos es ingerir alimentos de cultivo biológico.  No compre alimentos elaborados con conservantes.  Es cierto que tales alimentos tardan más en cocinarse y son más caros, pero a la larga usted ahorrará dinero en minutas del médico. No coma huevos que no sean fértiles.

Si no encuentra verduras y huevos orgánicos en su lugar de residencia, puede quitarles parte de su efecto tóxico sumergiéndolos en Clorox. Cuando llegue a casa con la compra, llene el fregadero, añada al agua un cuarto de taza de Clorox y mantenga sumergidos los alimentos frescos y los huevos durante veinte minutos. Aclárelos bien, quitándoles toda la suciedad, y déjelos a un lado. Aclare también a fondo los platos para asegurarse de que no ingiere residuos de detergente, los cuales podrían debilitar las defensas de su sistema digestivo.

Recuerde que cuanto más frescos sean los alimentos, más saludables serán y mayor energía vital le aportarán.

  • Higiene adecuada. El aseo del cuerpo y el cuidado de la piel, la dentadura y el cabello son importantes. Para lavar el cuerpo utilice jabones u otros productos limpiadores de la piel que tengan el pH y los ácidos/álcalis equilibrados y apropiados para el cutis.  La piel tiene una capa de ácido natural que protege contra las infecciones. Si actúa contra dicha protección empleando jabones y cremas alcalinos, estará procediendo en contra de su cuerpo, en vez de hacerlo a su favor. Cuando se duche, utilice un cepillo, con el cual logrará desprender la epidermis muerta que el cuerpo va mudando con regularidad para dejar que crezcan nuevas células. Si se encuentra en un clima seco, emplee una loción corporal equilibrada que le ayude a mantener la humedad de la piel. Siempre que pueda, use jabones naturales, hipo alergénicos y no tóxicos.

Todo lo dicho es aplicable también al cabello. No se lo lave con productos que dejen un residuo denso.

Compruebe que el champú tiene el pH equilibrado y que no le produce alergia.

Asegúrese de limpiarse entre los dientes con hilo dental una vez al día y cepílleselos por lo menos dos veces. Si tiene problemas con las encías, lávese los dientes una vez al día con una mezcla de una parte de sal y ocho de bicarbonato.

  • Descanso. También la cantidad de descanso que necesite es cuestión personal. ¿Es usted noctámbulo, o prefiere vivir durante el día? Escuche su cuerpo. ¿Cuán do necesita descanso? ¿Le gusta dormir de un tirón entre seis y nueve horas, o prefiere dormir menos de noche y echar la siesta durante el día? Cuando se sienta cansado, descanse, cualquiera que sea la hora. Comprobará que, si se acuesta inmediatamente, sólo necesitará media hora para recuperar su energía.  Preste oído a las necesidades de su cuerpo. Si no puede hacerlo durante media hora, pruebe con quince minutos. No dude de que encontrará ese tiempo, incluso el día más ocupado.
  • Ropa. He comprobado que muchos tejidos sintéticos interfieren con el flujo energético natural del aura. Son los acrílicos, numerosos poliésteres y el nailon. Las medias de nailon producen una importante

interferencia en el flujo energético que recorre las piernas hacia arriba y hacia abajo y están relacionadas, en mi opinión, con muchas de las enfermedades femeninas de nuestra sociedad moderna. Recomiendo a mis lectoras que no las usen más que cuando no haya otro remedio; que busquen sustitutivos. Es mejor evitar los tejidos en cuya composición entran aldehído/formaldehído y que están fabricados a partir de productos derivados del petróleo (en especial si cree usted que puede ser hipersensible).

Las fibras naturales tienen un poderoso efecto positivo sobre el aura. La mejoran y sostienen. Los mejo- res son los de algodón, seda y lana.  También son apropiadas las mezclas.  Los tejidos de algodón al 50% son estupendos. También algunos tejidos sintéticos parecen serlo.  A mi cuerpo y mi campo energético les gustan el rayón y algunas prendas fabricadas con orlón, como los calcetines.

Cuando usted, lectora, revisa su ropero por la mañana y «no encuentra nada que ponerse», puede ser porque el color que necesita no está allí. ¿Cuál es el que desea llevar hoy? Quizá su aura esté baja en ese color y tenga que energizarse con él llevándolo puesto.

Reponga su vestuario, y hágalo también con ropa de diferentes texturas.  Disponga de una variedad entre la que elegir según sus sentimientos del día.

¿Le sienta bien el estilo de su ropa?  ¿Se viste para los demás?  Asegúrese de que usa la ropa que expresa quién es usted.

  • Hogar. ¿Dispone del espacio y la luminosidad que necesita? ¿Le resulta cómoda su casa? Si dispone de tiempo, cuide plantas, las cuales llenarán su espacio con una estupenda energía curativa. ¿Tiene su casa los colores que necesita? ¿Es fresco el aire que respira? De no ser así, utilice un ionizador de aire. Si tiene lámparas fluorescentes en su hogar o lugar de trabajo, líbrese de  ellas.  Use lámparas incandescentes.
  • Placer. Si no se concede el tiempo suficiente para el placer, organícese de manera que pueda disponer de él, al igual que lo hace con el tiempo que dedica al trabajo. Lo uno es tan importante como lo otro. Haga, para divertirse, las cosas que siempre deseó hacer; ahora es el momento.  Ríase con frecuencia, descubra el niño que hay en usted y disfrute de cada momento.
  • Reto personal. Toda persona desea hacer cosas que siempre deseó, pero tuvo que posponerlas para el año siguiente o dar por supuesto que nunca podría hacerlas. Está equivocada. Éste es el año para llevarlas a cabo. Tanto si se trata de un viaje de recreo como si es un reto creativo o un cambio profesional, realmente necesita usted concederse, por lo menos, la oportunidad de intentarlo.  ¿Hay alguna clase de trabajo que siempre haya deseado realizar?  Compruébelo.  Estudie lo que necesita y haga planes para llevar a cabo este deseo interno. Recuerde que su deseo interno, eso que desea más que nada, es precisamente lo que ha venido a hacer en esta vida. La mejor garantía para su salud es hacerlo. Empiece ya; estudie lo que le costará y ponga manos a la obra. Aunque le cueste mucho tiempo llegar, si no se pone en marcha nunca alcanzará su meta. Si lo hace y sigue andando en esa dirección, llegará a ella. Su guía interior se lo garantizará.
  1. Intimidad y amigos. Todos los necesitamos. Compruebe lo que la intimidad y los amigos significan para usted y créelos en su vida. Establezca sus propias reglas al respecto. Si hay alguien que siempre le haya gustado, pero al que no se ha aproximado porque es usted excesivamente tímido, atrévase a hacerlo. Dígale que le gusta y que desea su amistad. Le sorprenderá el buen resultado que obtendrá; de no ser así, pruebe con otra persona.
  1. Cuidado de uno mismo en caso de accidente o enfermedad. Busque un profesional de la salud en su lugar de residencia antes de que necesite recurrir a él. Hay muchos disponibles, y es mejor saber qué hacer y adónde ir antes de que haya que hacerlo. Elija un médico con el que pueda tener buenas relaciones y en el que confíe realmente. Hay sanadores, curanderos, homeópatas, naturópatas, acupuntores, quiroprácticos, masajistas, personas que se dedican a la cinesiología, a la nutrición, etcétera.

A la lectora le sugiero que siga cursos sobre los cuidados del hogar y la familia. La homeopatía es una forma maravillosa para que cualquier persona, hombre o mujer, devuelva la salud a su propia familia. Yo llevo años utilizándola y he comprobado que, en casi todos los casos, he conseguido encontrar, conjuntamente con mis hijos, el remedio homeopático apropiado en combinación con la simple imposición de manos. La homeopatía me ha permitido tratar con pleno éxito todos los problemas típicos de la infancia, desde una ligera afección de la garganta hasta un aplastamiento de dedos.

  1. Las sencillas técnicas curativas que le recomiendo emplear con su familia son las siguientes: empiece por la quelación (capítulo 22). Todo el mundo puede aprender a realizarla. Luego, después de pasar por todos los chakras, coloque las manos directamente sobre el punto doloroso.  Sitúese en un estado de amor hacia el paciente; ello hará que ambos se sientan maravillosamente.

Si el área afectada parece estar atascada con energía, será aconsejable extraer una parte de ella. Basta con que se imagine que sus dedos crecen hasta alcanzar una longitud adicional de 7,5 centímetros y que se llenan de luz azul. Llegue ahora al lugar donde se halla el atasco y extráigalo a puñados sosteniéndolo en el aire.  Deje que se convierta en luz blanca.  Como sus dedos miden ahora 7,5 centímetros más de lo normal, puede penetrar a través de la epidermis y llegar a una profundidad de esa medida dentro del cuerpo. Adelante, inténtelo; da buen resultado y es muy fácil de hacer.

Complete la curación imponiendo las manos sobre la cabeza de su mujer/marido/hija/hijo. Unos minutos más tarde peine todo el campo aural con sus dedos prolongados.  Realice largas pasadas desde la cabeza hasta los dedos de los pies con la mano a unos 15 centímetros del cuerpo. Cúbralo por completo, por todos los lados. Al terminar ponga las manos durante un rato bajo un chorro de agua corriente a la temperatura que le resulte más agradable.

Si el que está enfermo o lesionado es usted, haga todo esto por sí mismo hasta donde le sea posible. Recurra a un amigo para que se lo haga. Si padece alguna enfermedad, cada noche, al irse a dormir, coloque las ruanos en la zona afectada.  Envíele amor y energía.  Visualícese a sí mismo bien y equilibrado. Pregunte qué mensaje le envía su cuerpo. ¿Dónde y cómo no se ha escuchado a sí mismo?

¿Qué significa para usted esa enfermedad o lesión tanto en el nivel personal como en el de su tarea vital? Y, lo que es más importante, ámese a sí mismo, acéptese. Si padece una enfermedad grave, no se juzgue por ella. Ámese a sí mismo.  Usted tiene el valor suficiente para hacer que el mensaje sea audible. Ha decidido afrontar lo que sea necesario para aprender lo que quiere saber. Se trata de una acción muy valerosa. Respétese por ello. Ámese a sí mismo.  Ámese.  Ámese.  Usted forma parte de lo divino. Usted es uno con Dios. He aquí dos de las meditaciones auto curativas de Heyoan; le servirán de ayuda.

Meditación de Heyoan sobre la autocuración

  1. Explore su cuerpo corno desee: visión interior, intuición, sentido de las sensaciones. Busque la zona de su cuerpo que más le preocupe; si lo desea, su guía puede ayudarle.

Si no encuentra la zona problemática, puede centrarse en algo que esté sucediendo en su vida ahora mismo y que le resulte preocupante. Halle esa área en su cuerpo o en su vida.

  • Si lo desea, dele forma, color, sustancia, contornos y densidad. ¿Está afilada o embotada? Si se trata de un dolor determinado, ¿se prolonga mucho? ¿Es ligero o agudo? ¿Aparece y desaparece?

¿Es una situación nueva o antigua en su vida? ¿Cómo se siente al enfrentarse a ella y cuál ha sido su respuesta crónica o habitual ante el dolor?  Considere cualquier situación determinada a la que nos estamos refiriendo.

Ejemplo: si tiene un dolor corporal, ¿qué pasa por su mente cuando lo percibe?

¿Su mente lo lee y le aplica terribles etiquetas? Dadas las circunstancias de su vida, ¿siente ira o miedo? ¿Le causa temor lo que sucede con su cuerpo? ¿Qué respuesta le da?  ¿Cuál es la respuesta habitual que no le ha llevado (en cierto sentido) a ninguna parte? Usted sabe que la respuesta habitual no da resultado porque el dolor sigue estando ahí. Especialmente si el dolor es crónico, la respuesta acostumbrada no ha surtido efecto. El mensaje (la lección, si quiere) no ha llegado a su destino.  Por tanto, me atrevo a decir, querido lector, que cualquiera que sea la respuesta es totalmente errónea, ya que no sirve para solucionar la situación.

Examine su vida y su cuerpo:  lo ha organizado como si fuera un aula donde se puede aprender, y cualquier enfermedad, cualquier dolor o molestia es un mensaje, un mensaje que le enseña una lección.

  • En consecuencia, las siguientes preguntas que le hago son: ¿por qué se crea ese dolor corporal?

¿Por qué se crea semejante situación en su vida?  ¿Qué lección puede ex traer de ello? ¿Qué es lo que la situación o el dolor le dicen una y otra vez hasta que lo entienda? ¿O hasta que lo capte? Porque hasta que aprenda la lección seguirá creando esta situación, ya que usted es su mejor maestro y ha concebido bien sus lecciones; y no pasará a la siguiente hasta que haya aprendido ésta.

Si ha encontrado ese lugar de su cuerpo, le recomiendo que ponga sobre él una mano o las dos. Deje que su conciencia superior empiece a fundirse en ese punto de su organismo.  Y mientras lo hace, descubra, si no lo ha hecho ya, la naturaleza de su miedo. Cuando haya detectado la esencia de la naturaleza de ese miedo, le recomiendo que la sienta con amor.  ¿Qué clase de amor es la más apropiada para este miedo?  Hágalo así en cada área de su vida y de su cuerpo. Cualquier enfermedad que padezca y cualquier experiencia negativa de su vida son un resultado directo del hecho de que no se ha amado plenamente a sí mismo, de que no ha seguido plenamente lo que deseaba hacer. ¿Cómo es que no ha escuchado esa voz interior? ¿Por qué no se ha permitido ser plenamente quién es? Toda enfermedad es un mensaje directo que te dice que no ha amado a quien es, que no se ha mimado para ser quien es. Ésta es la base de toda curación.

  • Otra pista:  la lección no trata en ningún caso acerca de algo que ha hecho mal o de algo que haya de malo en usted.
  • Por tanto, una vez que haya hallado la respuesta, lo más probable es que inmediatamente encuentre dolor y miedo cuando se haya bloqueado a sí mismo impidiéndose hacer lo que realmente deseaba. Llegado a este punto, le aconsejo que se enfrente al miedo y se permita sentirlo y que trabaje con él en  su vida. Porque cuando hay miedo es porque ha habido una falta de amor, ya que ambos son opuestos. En consecuencia, siempre que haya miedo puede tener la seguridad de que no está en posesión de la verdad y que lo más probable es que ese temor no sea verdadero, sino ilusorio.  Ello se debe a que usted no está centrado, pues si siente miedo es porque no está dentro de la plenitud de su ser. Cuando tenga el valor de acceder a ese miedo, empezará su proceso de curación en un nuevo nivel.

Tarea para antes de acostarse:

  1. Haga una lista de sus temores. ¿Qué le causa miedo?

Quizá ello se centrará en su cuerpo. Tal vez se centre en su situación vital. Quizá se trate de temores generalizados.

  • Conecte ese miedo con las circunstancias de su vida. El temor está siempre directamente relacionado con algo que no está haciendo, pero que desea hacer.  Le bloquea impidiéndole acceder a su grandeza y es, además, la puerta hacia ella.

Haga la siguiente lista:

Miedos                                    Situaciones vitales.

Qué/cómo desea ser

¿Qué tiene que ver todo esto con el aura?  Puede ver se en ella. Estas cosas tienen forma y sustancia. Cuando abra más ampliamente sus percepciones será capaz de mirar a otras personas y ver cómo ellas no se han amado a sí mismas. Entonces usted, como sanador, será el eslabón que ayudará a los demás a recordar quiénes son y les ayudará a amarse a sí mismos. Usted, como sanador, se convierte en amor.

Meditación para eliminar las autolimitaciones

Ésta es una buena meditación para quienes se encuentran encerrados en áreas de sus vidas en las que no desean estar confinados. Lo es para la autoexploración, para la práctica de la curación, porque la enfermedad no es más que el resultado de encerrarse uno mismo dentro de las definiciones limitadas del yo. Usted, el sanador, tiene que ser capaz, ante todo, de entender ese proceso en sí mismo para detectarlo en los demás, para ayudarles a definirlo y a rebasar sus límites.

Todas estas cosas tienen su forma en el campo aural: son energía y conciencia que le limitan. Por tanto, mientras trabaja en el aura y la curación, puede trabajar directamente en la forma energética que es la sustancia de la limitación.

  1. Elévese a un estado expandido.
  2. Hágase la pregunta: ¿quién soy?
  3. Cuando halle la respuesta, busque una limitación que se haya autoimpuesto por la simple definición de quién es. Cuando la encuentre, sepa que ha sido un límite que se ha impuesto a sí mismo.
  4. Arroje esa limitación más allá del límite, con lo cual éste crecerá.
  5. Hágase de nuevo la pregunta: ¿quién soy? Cual quiera que sea la respuesta, le dará otra definición del yo.
  6. Sepárese de la esencia de la definición limitada.
  7. Arroje la limitación más allá del límite y amplíelo.
  8. Hágase de nuevo la pregunta y así sucesivamente. Practique esta meditación con regularidad durante la próxima semana. No, no voy a definirle la esencia, es algo que tiene. que definir durante el ejercicio.

Si desea hacerse sanador, puede lograrlo. Su primer reto es curarse a sí mismo. Céntrese en ello y, a continuación, en hallar las formas de ayudar a otros en su autocuración. Esto le llevará a desarrollarse en este campo. En el siguiente capítulo describiré cuál puede ser el camino.

  1. Asígnese un número en la escala 1-10 sobre cada uno de los once puntos de autocuración relacionados en este capítulo, empezando por (1) Meditación.
  2. En las puntuaciones más bajas que se haya asignado, halle la reacción de su yo inferior o yo sombra que le bloquea. ¿Cuál es la creencia y la conclusión limitada en las que se basa esta reacción?
  3. Relaciónela con el chakra o chakras desequilibrados.
  4. Realice la meditación de Heyoan para la autocuración.
  5. Realice la meditación de Heyoan para eliminar las autolimitaciones.