Manos que curan. Parte 19ª

Manos que curan. Parte 19ª

Manos que curan. Bárbara Ann Brennan parte 19ª

Este capítulo 19ª en audio

Capítulo 19

ELEVADA PERCEPCIÓN AUDITIVA Y COMUNICACIÓN CON LOS MAESTROS ESPIRITUALES

Al principio, la información que yo recibía por vía auditiva era general; la práctica, luego, la convirtió en específica. Por ejemplo, podía oír palabras que transmitían amor y confianza al individuo que había venido a someterse a una sesión de curación. Más tarde, esta información llegó a ser tan específica que indicaba el nombre de las enfermedades que sufría un paciente o, en determinados casos, prescribía la dieta, las vitaminas, los remedios o los fármacos que le beneficiarían. Muchas de las personas que decidieron seguir estas instrucciones verbales sanaron.

La mejor forma que conozco de mejorar la elevada percepción auditiva es sentarse y esperar a recibir la guía. Tome lápiz y papel, siéntese cómodamente en posición meditativa, céntrese y eleve su conciencia. Formúlese mentalmente una pregunta con la máxima claridad posible. Concéntrese ahora en el deseo de saber la verdad sobre dicha pregunta, cualquiera que sea la respuesta. Escriba ésta en el papel y déjelo, junto con el lápiz, al alcance de su mano. Concéntrese y silencie su mente. Espere a que le llegue la respuesta, que se presentará en forma de imágenes, sentimientos, conceptos generales, palabras o incluso olores. Anote la respuesta, cualquiera que sea. Tal vez piense que carece de importancia, pero

siga escribiendo. La forma que adopte la información que llega variará. Continúe recibiéndola y escriba. En su momento, la escritura empezará a orientar en sonidos la información que recibe. Concéntrese en oír directamente las palabras que llegan. Practique una y otra vez. Anote todo lo que reciba. No deje nada fuera. Cuando haya terminado, deje el papel a un lado y no lo toque durante cuatro horas, por lo menos. Vuelva luego y lea lo que escribió. Lo encontrará interesante. Dedique a este fin un bloc de notas.

Después de realizar estas operaciones cada mañana, al amanecer, durante tres meses, la información verbal me llegaba con tal rapidez que no podía escribirlo todo. La voz me sugirió que me comprara una máquina de escribir. Pero pronto comprobé que no lograba teclear a la velocidad necesaria; la voz me aconsejó entonces que adquiriera un magnetófono. Así lo hice. Al principio, me resultó difícil pasar de la escritura a la repetición de las palabras en voz alta. El sonido de mi voz interfería con la quietud mental que, para aquel entonces, había logrado mantener.  Pero con la práctica lo logré de nuevo. El siguiente paso era hacer lo mismo para otra persona, y luego delante de un grupo. Esto resultó especialmente embarazoso, ya que la canalización verbal funciona de forma que el canalizador sólo puede oír las primeras palabras de lo que se vaya a decir.  Se necesita una profunda fe para saltar al principio de una frase y dejar que salgan las demás palabras desconocidas.

La experiencia de acceder verbalmente a la información conduce de forma inevitable a preguntarse: «¿Quién es el que habla?». Ciertamente, oigo una voz. ¿Soy yo quien la forma o parte de otra fuente? ¿Cuál es el mejor lugar para averiguarlo? ¡Pregunta a la pro pía voz! Yo lo hice, y me respondió: «Soy Heyoan, tu guía espiritual».

¿Qué significa Heyoan?

«El viento que musita la verdad a través de los siglos».

¿De dónde viene tu nombre? «De Kenia».

Es cierto que yo había percibido antes imágenes de espíritus y ángeles, pero los había considerado como simples visiones.  Ahora me hablaban.  Pronto pude sentir su contacto y, en ocasiones, cuando los veía en la habitación, podía oler una maravillosa fragancia. ¿Una simple metáfora, o realidad? Toda mi realidad personal llega hasta mí a través de los sentidos y, ahora que se han expandido, existe para mí una realidad mayor, más amplia.  Otras personas que tienen su percepción sensorial ampliada también lo experimentan. Para mí, es real. El lector puede decidir a través de su experiencia.

Lo peculiar de recibir información de un guía consiste en que uno se introduce en la metáfora de que está pidiendo información a una persona que es más sabia y avanzada.  La información que nos llega escapa a nuestra comprensión, pero si se permite que siga llegando se alcanzará un momento en el que será comprensible. Mediante la canalización, un guía puede proporcionar información superando a la mente lineal y puede provocar emociones muy profundas en las personas; llega al alma superando las limitaciones humanas. Por lo general, mi guía, Heyoan, desea hablar al principio de cada lectura. A continuación, quiere decir que estoy realizando un acceso directo pasivo. En un momento determinado, Heyoan sugiere que el paciente haga preguntas para aclarar las cosas. Creo que esta secuencia es la más apropiada, ya que, por lo general, los guías saben mejor que nosotros sobre dónde radican realmente los problemas. Ellos pasan directamente por debajo de las defensas del individuo y penetran en el meollo de la cuestión. Por tanto, citando Heyoan empieza a leer, no perdemos tiempo en llegar a la información más profunda que espera para ayudarnos.

Durante las lecturas también hago preguntas a Heyoan.  Por lo general lo hago en silencio.  Puedo pedirle un cuadro de la situación o de cualquier parte específica del cuerpo, o que me describa un determinado problema. Incluso le hago preguntas tales como: «¿Es cáncer?», de las que generalmente obtengo respuestas bastante específicas. Pero no siempre es fácil, especialmente si me siento intranquilo al pensar en la respuesta que pueda recibir.  En tal caso bloqueo la información que llega, y tengo que concentrarme de nuevo. Ahora es el momento de que el lector lo intente.

Ejercicios para recibir guía espiritual

Siéntese en una postura meditativa con la espalda recta, pero dejando un ligero hueco en la región lumbar.

Puede hacerlo en una silla, apoyándose en el respaldo, o quizá prefiera sentarse sobre un almohadón en el suelo, con las piernas cruzadas. Asegúrese de que su postura es cómoda.

  • Si es usted de tipo quinestésico, cierre los ojos y deje que fluya su respiración al entrar y salir de su cuerpo. Puede que de vez en cuando desee repetir una frase a modo de recordatorio: «Seguir la respiración hasta el centro». Con los ojos de la mente, siga su respiración hacia el interior del cuerpo y en todo su recorrido hasta el centro.  Se elevarán sus sentidos y quizá desee seguir el flujo energético por todo su cuerpo.
  • Si es usted de tipo visual, imagínese que tiene un tubo dorado que le recorre la espina dorsal de arriba hacia abajo, donde se encuentra la corriente principal del aura. Visualice una bola blanca dorada por encima de su cabeza. Respire con calma mientras la bola se va hundiendo lentamente por el tubo hasta llegar a la parte central de su cuerpo y alcanzar el plexo solar. Observe entonces la ola dorada creciendo como si fuera un sol dentro del plexo solar.

Quizá desee que la bola siga creciendo en el plexo solar. Déjela, primero, que llene su cuerpo con luz dorada. Seguidamente llene con ésta su campo aural y prosiga con la expansión hasta llenar la habitación donde se encuentre. Si está reeditando dentro de un círculo de personas, observe cómo la bola dorada se expande para crear un anillo dorado que llena la habitación. Déjela que crezca hasta que se haga más grande que ésta, alcanzando el tamaño del edificio donde se encuentre, fuego el del área exterior, la ciudad, la región, el país, el continente, la Tierra y más allá. Hágalo, lentamente. Desplace la conciencia para expandir la bola dorada de luz hasta la Luna y las estrellas.  Llene el universo con dorada luz brillante. Véase a sí mismo como parte del universo, uno con éste y, por tanto, con Dios.

Ahora, mantenga la luz igual de brillante y hágala retroceder, paso a paso, tal como la envió al exterior. Llene su ser con toda esa luz y ese conocimiento del universo. Asegúrese de que hace todo esto con lentitud, retrocediendo paso a paso. Sienta la tremenda carga que tiene ahora su campo aural. También ha retrotraído a su campo el conocimiento de que usted es uno con el Creador.

  • Si es usted de tipo auditivo, es posible que se contente con emplear un mantra para toda la meditación. Puede emplear como mantra un nombre sagrado, como Om, Sat-Nam, Jesús o «Serénate y sé consciente de que soy Dios». O tal vez prefiera tocar alguna nota. He comprobado que algunos días me cuesta más esfuerzo concentrarme; entonces, para despejar mi mente de su confusión, suelo utilizar una combinación de las meditaciones citadas. Otros días lo único que necesito es un sencillo mantra.

Si desea conocer otras meditaciones y prácticas para alcanzar al apacible estado de auto aceptación y aumentar su sensibilidad, recomiendo al lector encarecidamente los ejercicios del libro Voluntario control, de Jack Schwartz. Esta obra contiene una completa serie de dichos ejercicios, está concebida para las mentes occidentales y es muy efectiva.

Ahora que usted ya está concentrado y con la mente serena, se encuentra listo para sentarse a la espera de la guía espiritual.

Canalización de los maestros espirituales personales para guía

Cada persona tiene varios guías que permanecen junto a ella y la conducen a través de numerosas vidas. Además, uno tiene guías maestros que se mantienen a su lado durante las épocas de enseñanza específica y que son elegidos precisamente a causa de dichas enseñanzas. Por ejemplo, si el lector está aprendiendo a ser ir- testa, dispondrá sin duda de unos cuantos guías de tipo artístico que le rodearán para inspirarle. Cualquiera que sea el trabajo creativo al que se dedique, estoy segura de que su inspiración procede de los guías conectados con dicha clase de trabajo en el mundo espiritual, donde las formas son más perfectas y bellas de lo que podemos manifestar en el plano terrenal.

Para establecer contacto con su guía basta con que tome asiento dentro de la tranquila y apacible comprensión de que usted es uno con Dios, de que en cada parte de su ser existe una chispa divina y de que se encuentra perfectamente seguro. Esta actitud le permite alcanzar un estado de quietud interior que le permitirá oír.

En general, cuando entro en un estado de percepción elevada para recibir guías, mi experiencia interna es la siguiente.

Siento excitación porque noto la presencia de un guía lleno de luz y amor. Entonces me doy cuenta de que hay, un haz de luz blanca por encima de mi cabeza y empiezo a elevarme y a penetrar en él. (Se podría decir que entro en él con los ojos de la mente.) Mi excitación decrece a medida que cobro conciencia de la nube rosada de amor que desciende sobre mí. Me siento invadida por una sensación de amor y seguridad. Luego noto que me elevo a un estado superior de conciencia. En ese momento, es posible que mi cuerpo realice unos cuantos ajustes; por ejemplo, la pelvis se dobla en mayor medida (en la posición avanzada), y la espina dorsal se en- dureza aún más. Puede que bostece involuntariamente para ayudar a que se abra el chakra de la garganta. (Éste es el chakra por el que uno oye a sus guías.)

Después de elevarme un poco más entro en un estado de bendita serenidad. A partir de ese momento, por lo general, puedo escuchar y ver a los guías. Durante el inicio de la lectura sigo elevándome. Habitualmente ten- gol tres maestros que me guían. La persona que ha venido a ayudarme suele estar acompañada por uno o va- ríos guías propios.

Es la experiencia de la luz, el amor y la serenidad la que confirma la conexión con los guías. Si usted no tiene dicha experiencia cuando trate de canalizar, lo más probable es que no conecte con sus guías.

El guía se comunicará de la forma que a usted le resulte más fácil. Será mediante una idea general, palabras directas o imágenes simbólicas o directas de acontecimientos tales como experiencias o vidas pasadas. Cuando una forma de comunicación no llega a usted, o si le asusta lo que está recibiendo, los guías cambiarán a otra forma o enfocarán el tema desde otro ángulo. Por ejemplo, si a mí me causa temor que las palabras que recibo tengan cierto significado, o si alguien hace una pregunta particularmente controvertida, «me escapo» de ese lugar de paz y armonía interiores y ya no puedo oír lo que dice’ el guía. Entonces me veo obligada a dedicar uno o dos minutos para hallar de nuevo ese lugar interior. Si no puedo retomar las palabras, los guías me enviarán, probablemente, una idea general, que trataré entonces de explicar con mis propias palabras, las cuales se irán fundiendo lentamente con las de ellos, una vez más, y estaré de nuevo «en línea». Si eso no da resultado, me ofrecerán una imagen que empezaré a describir y dejaré que el paciente halle por sí mismo el significado de dicho cuadro simbólico.

Describo a continuación mi experiencia interna en cuanto a canalización verbal. Me siento con las piernas cruzadas y las manos apoyadas en los muslos. Procedo, ante todo, a concentrarme, lo que para mí significa anclar quinestésicamente mi cuerpo. La sensación que siento es la de estar construyendo una fuerte cimentación energética alrededor de mi mitad inferior. Una vez que la cimentación queda bien afirmada, empiezo a ele- bar mi conciencia sintiéndola subir de forma quinestésica y enfoco la visión hacia arriba, al interior de la luz. Al hacerlo, vuelvo las palmas de las manos hacia abajo. En cierto momento de mi elevación se establece el contacto con el guía. Lo detecto de nuevo quinestésicamente. Veo al guía detrás de mi hombro derecho y oigo las primeras palabras que vienen de esa dirección. Cuando mi guía y yo estamos listos para empezar, elevo las manos y uno las puntas de los dedos delante del plexo solar o el corazón. Esto equilibra mi campo energético y me ayuda a mantener un estado elevado.  También sirve de ayuda al   respiración nasal frotada.  En este momento suelo canalizar verbalmente. Al principio, las palabras llegan desde el área del hombro derecho. Cuanto más conectada me encuentro con el proceso canalizador, más cerca suenan las palabras. También el guía parece estar más próximo. Pronto deja de existir un distanciamiento entre el momento de oír las palabras y el de pronunciarlas, y la dirección aparente de la que proceden se desplaza hacia arriba y al interior de mi cabeza. Visualmente, también el guía parece encajarse sobre mí, como un guante. Empieza a moverme los brazos y las manos coordinadamente con la conversación. «Él» también usa mis manos para equilibrar mi campo energético y hacer que la energía penetre en mis chakras mientras está hablando. Ello mantiene la energía elevada y centrada. Da la sensación de que el yo de mi personalidad flotara alejándose y subiendo, escuchando y vigilándolo todo. Al mismo tiempo, me siento fundida con mi guía, como si éste fuera yo misma. Como guía, me siento mucho más grande que mi propia personalidad, la de Bárbara.

Figura 19-1

SENTIDOS DE LOS SIETE CHAKRAS

ChakraPercepción del chakraNaturaleza de la informaciónPráctica de meditación
7Conocimiento del concepto completoRecepción de un concepto completo que va más allá de cada uno de los snetidos relacionados más abajoEstate tranquilo y ten conciencia de que “yo soy Dios”
6Ver, visualizarVer imágenes claras, sean simbólicas o literalesConciencia mesiánica o de Cristo
5Oír, hablarOír sonidos, palabras y música, además de gustar y olerSonar, escuchar
4AmarUn sentido de amar a otrosLuz rosada del amor, amar una flor
3IntuiciónUn vago sentido de saber que no es específico; un vago sentido de tamaño, forma y decisión de ser que es sensualConcentración de la mente en un punto
2EmocionalSentimiento emocional, alegría, miedo, iraMeditar en el sentido pacífico del bienestar
1Toque, movimiento y cinestésica de presenciaSentimiento cinestésico en el propio cuerpo, como sensación de equilibrio, estremecimientos, pelos de punta, energía corriendo, placer o dolor fisicosAndar, meditar, tocar, relajación profunda

Al concluir la conversación, uno de los guías se desconecta ligeramente y se eleva,  mientras  que  mi conciencia se hunde en el interior de mi cuerpo y el yo de mi personalidad. En este momento suelo ser extremadamente tímida.

Los sentidos de los chakras

Hasta el momento sólo me he referido al acceso a través de cuatro de los cinco sentidos corporales ordinarios: vista, oído, tacto y olfato. Aunque es poco habitual, supongo que también se podría canalizar el proceso a través del gusto. Al estudiar el acceso, he visto que cada modo o sentido está relacionado con un chakra, es decir, accedemos a la información a través de los mecanismos sensores de cada chakra. La figura 19-1 ofrece una relación de los siete chakras y el sentido que tiene actividad a través de cada uno de ellos. Cuando observo a alguien que está canalizando, puedo percibir cuál es el chakra que utiliza para obtener información. Por lo general, ese chakra es muy activo y a través de él circula más energía cuando está canalizando. Obsérvese que normalmente no hacemos distinciones entre el sentido quinestésico, el sentimiento y la intuición, aunque, en mi opinión, son muy distintos, como se describe en la figura 19-1. Tampoco llamamos sentido al amor, aunque yo creo que lo es. Empiece a prestar más atención a lo que sucede cuando ama, o cuando «percibe amor».  Amar no entra en la misma categoría que los restantes sentimientos. Ni que decir tiene que amar es más que un mero sentido. Es, también, una forma de estar en sincronía con otros seres humanos.

La clase de información que se recibe a través de cada uno de los chakras es diferente.  El primero presenta información quinestésica: sentimientos corporales, como una sensación de desequilibrio, escalofríos que recorren arriba y abajo la espina dorsal, dolor físico en alguna.  parte del cuerpo, sensación de enfermedad o salud, seguridad o peligro. El sanador puede utilizar esta información para conocer el estado del paciente.  Quizá sienta el dolor de la pierna del paciente en la suya propia, o en su mano cuando la coloca sobre la extremidad del enfermo. Todo este tipo de información llega a través del primer chakra, y el sanador la puede utilizar con éxito si se despeja a sí mismo de manera que su propio cuerpo sea una caja de resonancia.  Puede distinguir entre su cuerpo y el de su paciente. Si el sanador siente el dolor en su pierna, conviene que sea consciente de si ese dolor estaba allí antes de que llegara el paciente o si lo ha recogido de éste. Ni que decir tiene que este método de acceder a la información tiene sus desventajas: uno se cansa muy pronto de sentir los dolores físicos de los demás.

El segundo chakra aporta información sobre los estados emocionales, ya sean éstos los del sanador o los de los demás. También en este caso el sanador debe emplear su propio campo energético para distinguir entre sus sentimientos emocionales y los del paciente. La práctica y una información abundante y adecuada ayudan a aprender estas cuestiones.  Por ejemplo, el sanador detectará cómo siente emocionalmente el paciente al dolor en su pierna. Puede que esté enfadado por hallarse enfermo o que sienta gran temor por ello. Puede estar asustado pensando que su dolor es en realidad el síntoma de un estado físico muy grave. Es importante utilizar esta información, ya que toda enfermedad va acompañada de sentimientos emocionales que es necesario despejar de algún modo.

El tercer chakra ofrece una información vaga que evoca frases tales como: «Pensaba que me ibas a visitar, y aquí estás», o «Mi intuición me dice que no debo tomar ese avión hoy; podría suceder algo». Si alguien detecta seres de otro nivel y utiliza el tercer chakra para sentirlos, esa persona tendrá una vaga sensación de otra presencia en la habitación, del lugar que ocupa, su forma y tamaño generales y su intención, es decir, si es amistosa o no. El primer chakra revelará la información quinestésica sobre la presencia, y el segundo comunicará los sentimientos de ese ser.  En el ejemplo del dolor de pierna, el tercer chakra aportará una vaga idea sobre el significado profundo que tiene esa molestia en la vida del paciente, así como cierta intuición sobre las causas del dolor.

El cuarto chakra produce los sentimientos amorosos. Es el amor que llega más allá del yo, de la pareja o de la familia para abarcar a la humanidad y a la vida misma. Mediante el cuarto chakra se puede sentir el amor de otro y su calidad y cantidad, tanto si está en un cuerpo físico como si no. Se puede sentir amor colectivo hacia la humanidad. ¡En el ejemplo del dolor de pierna, uno sentirá e!  amor hacia el paciente y la calidad del amor que éste siente hacia sí mismo. El chakra ofrece también el sentido de conexión con todas las criaturas que hayan tenido en algún momento un dolor en la pierna.

El quinto chakra aporta la sensación de los sonidos, la música, las palabras, los olores y el gusto. Esta información puede ser muy específica, dependiendo del nivel del campo aural de origen (véase la siguiente sección). En el caso del paciente con dolor en la pierna, puede que el sanador reciba una descripción del problema en términos fisiológicos: «Es una flebitis» o «se trata de un tirón muscular provocado por el uso de unos zapatos nuevos que hacen que la pierna se tuerza cuando el cliente anda». El quinto chakra puede revelar, además, un sonido que puede resultar muy eficaz para curar la pierna.

El sexto chakra revela imágenes, que pueden ser simbólicas, con un significado muy personal para el paciente, o literales. Estas últimas son imágenes de acontecimientos que han sucedido o que van a suceder. Son, además, imágenes de cosas que existen. Cuando digo imágenes no me refiero necesariamente a que se vean de la forma en que lo hacemos con el sentido de la vista, sino a que se reciben en la mente produciendo una impresión lo bastante fuerte como para permitir que uno las observe de forma que pueda dibujarlas o reproducirlas.

Por ejemplo, en el caso del dolor en la pierna, el sexto chakra puede revelar una imagen del coágulo de sangre asociado con la flebitis; también es posible que el sanador vea simplemente la tensión del músculo, dependiendo de la causa del dolor.  La imagen podría presentarse en una pantalla en la mente del sanador, como en televisión, u observarse directamente en el interior de la pierna, como si se utilizara la vista normal. El sexto chakra también es capaz de revelar una imagen simbólica, que podría tener algún significado para el paciente, aunque probablemente el sanador no le encontrará mucho sentido. La imagen simbólica aparece en la pantalla mental de este último.  El sexto chakra puede revelar, asimismo, en forma de imagen, la experiencia pasada del paciente que guarde relación con el dolor de la pierna:  por ejemplo, la de un niño cayéndose de un triciclo o golpeándose la pierna derecha, donde se localiza el dolor ahora, veinte años más tarde. Esta clase de acceso directo es algo similar a ver una película.

Obsérvese que me estoy refiriendo a recibir imágenes.  Percibir significa recibir.  La percepción consiste en recibir lo que ya está ahí, sea en forma simbólica o literal.  Visualizar es una función totalmente distinta. El proceso de visualización es de creación activa. Al visualizar, se crea una imagen en la mente y se le imparte energía. Si la mantiene claramente en su mente y la energiza, en su momento podrá crearla en su propia vida. Por tanto, puede darle forma y sustancia. Cuanto más clara sea la imagen y más energía emocional proyecte sobre ella, más capaz será de crearla en su vida.

El séptimo chakra revela información en forma de conceptos totales. Esta información excede las posibilidades de los limitados sentidos y el sistema de comunicación de los seres humanos. Después de haber absorbido y entendido plenamente el concepto, el canalizador debe emplear sus propias palabras para describir. lo que entiende. Muchas veces, cuando empiezo a explicar algo en mis propios términos, Heyoan entra (procedente del quinto) y lo expone con palabras mucho más claras que las que yo puedo usar. El concepto completo da un sentido total de conocimiento. Es la experiencia de ser uno con el concepto. En el repetido ejemplo del dolor de la pierna, el séptimo chakra revelará la situación vital total con la que está relacionado dicho dolor.

Detección de los distintos niveles de la realidad mediante los chakras

El lector puede formarse ahora una idea de la información que llega a través de cada uno de los chakras; examinemos, por tanto, los distintos niveles de realidad que comentamos ya en los capítulos 7 y 15. En ellos expusimos el nivel físico de la realidad, el astral, el nivel del patrón etéreo, el nivel celestial, el nivel del patrón cetérico y los seres que existen en cada uno de éstos. También dije que hay otros niveles más allá del séptimo. Si desea percibir a través de cada uno de ellos es necesario que permanezca abierto a ese nivel el chakra por el que quiere hacerlo. Si quiere ver alguna capa aural en particular, tiene que abrir el sexto chakra correspondiente a dicha capa. Si quiere ver el primer nivel del campo aural, tiene que abrir el sexto chakra en el primer nivel de su aura. Si quiere ver el segundo nivel del aura, tiene que abrir el sexto chakra en la segunda capa de su aura.  Cuando los principiantes empiezan a ver el aura, lo que ven normalmente es la primera capa, debido a que abren su sexto chakra al primer nivel de su aura.  A medida que avanzan, abren él sexto chakra en la siguiente capa consecutiva y pueden ver ésta.

Abrir los chakras por encima del cuarto nivel significa, además, que empezará usted a percibir seres en otros planos de existencia. Esto supondrá cierta alteración en su vida personal cuando suceda por primera vez, y le costará algún tiempo acostumbrarse. Muchas veces, por ejemplo, deberá elegir entre mantener la conversación que esté manteniendo y suspenderla para escuchar a su guía, que está intentando hablarle al mismo tiempo. Durante muchísimo tiempo he llevado esta doble existencia en el mundo. El hecho de percibir la presencia de seres y responderles produce desconfianza en quienes no son capaces de hacerlo.

Para escuchar a un ser que habita en el nivel astral tiene que abrir su quinto chakra en dicho nivel. Si quiere oír a un guía en el quinto nivel, debe abrir su quinto chakra en dicho nivel de su campo aural. Si lo que desea es ver un guía astral, habrá de abrir su sexto chakra en el cuarto nivel. Para ver un guía del quinto nivel, tiene que abrir su sexto chakra en el quinto nivel, y así sucesivamente.

Como se ha dicho en el capítulo 7, las puertas o sellos existentes entre los niveles de los chakras se hallan profundamente embutidos en los corazones de éstos. Para poder pasar de un nivel al siguiente es necesario romper estos sellos o abrir estas puertas. Esto lo logrará elevando el nivel vibratorio de su sistema energético. Elevar y mantener su campo en un nivel vibratorio más elevado requiere la realización de un trabajo de purificación. Tiene que mantener su campo despejado y muy claro para percibir los niveles superiores del campo aural.  Hacerlo significa, además, elevar la sensibilidad en su vida cotidiana. Ello implica un minucioso cuidado de uno mismo en términos de dieta, ejercicio y prácticas espirituales; a ello nos referiremos más ampliamente en la Sexta parte.

Cada nivel representa una octava más alta de vibración que la del inmediatamente inferior.  Llevar la conciencia despierta a un nivel superior significa aumentar la tasa de vibración a la que funcione su conciencia. Esta no es, necesariamente, una tarea fácil, ya que, como ha podido comprobar en los capítulos dedicados a la psicodinámica, cada aumento de energía en el sistema provoca el desprendimiento de bloqueos, lo que permite acceder a experiencias que habían quedado enterrados en el subconsciente porque los acontecimientos eran demasiado amenazadores como para sentirlos en el momento en que ocurrieron.

Meditaciones para mejorar la experiencia en cada uno de los niveles aurales

He descubierto distintas prácticas de meditación que mejorarán la experiencia en cada uno de sus niveles aurales. Tales ejercicios aparecen en la figura 19-1.  Para mejorar su experiencia en la primera capa del aura realice meditaciones andando o tocando y relájese profundamente.  Para mejorar su experiencia en la segunda capa del aura medite en un sentido apacible de bienestar. Para mejorar su experiencia en el tercer nivel del campo aural realice ejercicios de fijación mental en una terna.  Para mejorar su experiencia en el cuarto nivel, medite sobre la luz rosada del amor o concéntrese en amar una flor. Para mejorar su experiencia de ser en el quinto nivel del campo aural recurra a las meditaciones de emitir sonidos o escuchar. Para mejorar la experiencia de su campo celestial medite intentando ser uno con la conciencia mesiánica o de Cristo. Para experimentar la séptima capa del ser siéntese a meditar y utilice como mantra el lema «mantente tranquilo y ten conciencia de que yo soy Dios».

Revisión del capítulo 19

  1. ¿Qué método es bueno para el aprendizaje de la elevada percepción auditiva?
  2. ¿Cómo puede sentarse para percibir a un guía espiritual? Practíquelo tres veces, por lo menos, esta semana.
  3. ¿En qué forma tratarán de comunicarse sus guías con usted? Des criba el proceso.
  4. Describa el sentido asociado con cada uno de los siete chakras.
  5. Si desea «ver» un guía en el nivel del patrón cetérico, ¿qué chakra tiene que abrir y en qué nivel del campo aural?
  6. Si desea «escuchar» a un guía en el nivel astral, ¿qué chakra tiene que abrir y en qué nivel del campo aural?
  7. Si le dijera que tengo la vaga sensación de que un ser se encuentra en cierto rincón de la habitación y que dicho ser no es muy amistoso, ¿a través de qué chakra lo estaría detectando? ¿E n qué nivel del campo existiría dicho ser?
  8. ¿Cómo abre usted un chakra determinado en un nivel particular de su campo?
  9. ¿Cuál es la diferencia principal entre visión interna e información canalizada -guiada?

Alimento para la mente

  1. ¿Cómo cambiaría su vida si buscara y siguiera más las guías?
  2. ¿Cuáles son las principales resistencias para buscar activamente una guía en su vida?
  3. Pida que le guíen para aprender a utilizar mejor la guía en su vida. ¿Cuál es la respuesta?
  4. ¿Cuál es su creencia o imagen negativas de las cosas malas que le sucederán si sigue al guía? ¿Cómo se relaciona esto con sus experiencias infantiles con las autoridades? ¿Cómo se relaciona esto con sus relaciones con Dios o con la imagen que tiene de Él?
  5. ¿Cómo puede funcionar la precognición si gozamos de libre albedrío?
  6. ¿Cómo puede cambiar su vida el uso de este tipo de percepción?
  7. ¿Cuál es la diferencia entre visualizar y percibir?
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Aura, mujer sanando