Vacuna mal administrada

Sí, en el ámbito de la salud, un pequeño error puede tener consecuencias graves, como ocurre con una vacuna mal administrada. Aquí hay algunos ejemplos de cómo un error en la aplicación de una inyección puede derivar en problemas serios a largo plazo:

1. Síndrome de Hombro Doloroso por Vacunación (SIRVA)

Si una vacuna intramuscular se administra demasiado arriba en el brazo, en lugar de en el músculo deltoides, la aguja puede penetrar en la bursa subacromial o en el tendón del manguito rotador. Esto puede causar:

  • Dolor crónico en el hombro
  • Inflamación y limitación de movimiento
  • Lesiones en los tejidos blandos, como tendinitis o bursitis
  • En algunos casos, discapacidad parcial del brazo

Este problema se ha registrado con vacunas contra la gripe, el tétanos y otras inyecciones intramusculares.

2. Lesión del Nervio Ciático por Inyecciones Mal Administradas

En los niños pequeños, las inyecciones deben aplicarse en la parte anterolateral del muslo, ya que inyectarlas en los glúteos puede dañar el nervio ciático. Un error de ubicación puede ocasionar:

  • Dolor intenso y debilidad en la pierna
  • Dificultad para caminar o pérdida de movilidad
  • En casos graves, parálisis parcial del miembro afectado

Este tipo de lesión ha ocurrido con vacunas como la del sarampión, la polio y la hepatitis B cuando se administran en el sitio equivocado.

3. Reacción Local Grave por Mala Técnica de Inyección

Si la aguja no se introduce correctamente en el músculo, la vacuna puede quedar en el tejido subcutáneo, lo que puede generar:

  • Abscesos dolorosos o infecciones locales
  • Necrosis del tejido, en casos severos
  • Reducción en la efectividad de la vacuna, ya que no se absorbe adecuadamente

4. Reacciones Adversas por No Cambiar la Aguja

En algunos casos, la reutilización de agujas o una mala esterilización puede provocar infecciones como hepatitis B, C o incluso VIH si no se siguen protocolos adecuados de bioseguridad.

La necrosis del tejido es la muerte de un grupo de células en un organismo vivo debido a daños irreversibles. Ocurre cuando las células no reciben suficiente oxígeno y nutrientes o cuando son afectadas por infecciones, toxinas o traumatismos.

A diferencia de la apoptosis, que es un proceso de muerte celular programada y ordenada, la necrosis es un fenómeno descontrolado que suele generar inflamación y daño en los tejidos circundantes.

Algunos tipos de necrosis incluyen:

  • Necrosis coagulativa: Ocurre por falta de oxígeno en los tejidos, como en un infarto.
  • Necrosis licuefactiva: Se presenta cuando las células se desintegran, formando una sustancia líquida, como en infecciones bacterianas.
  • Necrosis gangrenosa: Afecta áreas grandes del cuerpo, como extremidades, y puede ser seca (por falta de riego sanguíneo) o húmeda (por infección).
  • Necrosis caseosa: Característica de enfermedades como la tuberculosis, con un aspecto parecido al queso.

En algunos casos, la terapia energética puede ayudar a estimular la regeneración celular y mejorar la circulación en los tejidos afectados.

Conclusión

Un simple error en la aplicación de una vacuna, como una mala ubicación, un ángulo incorrecto o el uso inadecuado del material, puede derivar en lesiones musculares, neurológicas o infecciosas. Es fundamental que los profesionales de la salud reciban la formación adecuada y sigan protocolos estrictos para evitar complicaciones que pueden afectar la calidad de vida de los pacientes a largo plazo.

Una cicatriz afecta al campo energético humano.

Desde la perspectiva de las terapias energéticas, una cicatriz no solo representa una lesión física en la piel, sino que también puede afectar el campo energético humano. Esto se debe a que la piel es un canal de conexión entre el cuerpo físico y los flujos energéticos sutiles que circulan por los meridianos y chakras.

Cómo una cicatriz puede afectar el campo energético

  1. Interrupción en la circulación de la energía
    Según la medicina tradicional china, el cuerpo está recorrido por meridianos de energía, y una cicatriz profunda puede actuar como una barrera que impide el flujo natural del Qi (energía vital). Esto puede generar bloqueos energéticos que afectan órganos o funciones relacionadas con el meridiano interrumpido.
  2. Memoria celular del trauma
    Toda lesión deja una impresión energética en el cuerpo. Si la herida fue causada por un evento traumático (cirugía, accidente, quemadura), el cuerpo puede almacenar la información del dolor y el estrés en ese punto, afectando el bienestar emocional y energético de la persona.
  3. Desbalance en los chakras
    Si la cicatriz se encuentra cerca de un chakra principal (por ejemplo, en el abdomen, cerca del plexo solar, o en el pecho, cerca del chakra del corazón), puede debilitar su funcionamiento y generar desarmonía en el sistema energético.
  4. Hiposensibilidad o hipersensibilidad en la zona afectada
    Algunas cicatrices generan áreas de insensibilidad o hipersensibilidad, lo que puede indicar una alteración en el campo bioeléctrico de la piel. Esto puede hacer que la persona sienta un «corte» en su percepción corporal o una sensación de incomodidad en la zona.
  5. Tirón fascial: Una cicatriz tira de los tejidos circundantes y provoca lesiones en zonas más distales. Te puede afectar al diafragma y, te puede afectar a una vértebra, con sus consecuencias variadas e importantes.
  6. Desde otras dimensiones más sutiles: Una cicatriz es la entrada de todo tipo de energías, desde lo que estas sintiendo tú, hasta la entrada de entidades negativas de la cuarta dimensión. Esa cicatriz está pidiendo recibir energía, asi que entra todo lo que exista por los alrededores de la persona.

Cómo restaurar el flujo energético en cicatrices

  • Terapia cráneo-sacral: Ayuda a liberar bloqueos energéticos profundos y a restablecer la armonía en los tejidos afectados.
  • Sanación pránica y reiki: Se pueden aplicar técnicas de limpieza y reequilibrio para restaurar el flujo energético interrumpido por la cicatriz.
  • Masajes y ventosas en la zona: Estimulan la circulación sanguínea y energética, ayudando a suavizar las adherencias en los tejidos.
  • Aplicación de aceites esenciales y biofrecuencias: Algunos aceites, como el de rosa mosqueta o lavanda, pueden ayudar a regenerar la piel y liberar bloqueos energéticos.
  • Liberación emocional: A través de técnicas como la terapia somato-emocional o el tapping (EFT), se pueden desbloquear emociones atrapadas en la cicatriz.

Conclusión

Las cicatrices no solo afectan el cuerpo físico, sino que pueden alterar la circulación energética del organismo. Sanarlas desde un enfoque integral permite recuperar el equilibrio en el cuerpo y la mente, favoreciendo una mayor vitalidad y bienestar.

Memoria Celular del Trauma

El cuerpo humano no solo experimenta el trauma a nivel físico, sino que también lo graba en su campo energético y en la memoria celular. Cada lesión, cirugía, accidente o experiencia dolorosa deja una huella vibracional en los tejidos, lo que puede influir en la salud y el bienestar a largo plazo. Esta memoria celular actúa como un registro silencioso que puede seguir manifestándose en el cuerpo incluso después de que la lesión física haya sanado.

¿Cómo se almacena el trauma en las células?

Las células tienen la capacidad de recordar experiencias a través de patrones bioquímicos y energéticos. Cuando ocurre un trauma, el cuerpo activa una respuesta de emergencia que implica la liberación de hormonas del estrés, la contracción muscular y la generación de señales inflamatorias. Si esta respuesta no se resuelve completamente, la energía del trauma queda atrapada en los tejidos, generando bloqueos en el flujo vital y afectando la capacidad de autorregulación del organismo.

Por ejemplo, una cicatriz quirúrgica no solo representa un corte en la piel, sino que también puede retener la memoria del miedo, el dolor o la angustia experimentada durante la intervención. Esta memoria celular puede generar hipersensibilidad, dolor crónico, tensiones musculares o incluso patrones emocionales negativos como ansiedad o inseguridad sin una causa aparente.

Impacto de la memoria celular del trauma en el bienestar

Cuando el trauma queda impreso en las células, puede generar distintos efectos a nivel físico, emocional y energético:

  • A nivel físico: Contracturas musculares, alteraciones en la postura, inflamaciones recurrentes, dolores inexplicables o una lenta recuperación de lesiones.
  • A nivel emocional: Ansiedad, miedo, sensación de vulnerabilidad o estrés postraumático.
  • A nivel energético: Bloqueo en los chakras, interrupción del flujo de la energía vital y una disminución de la capacidad de autosanación del cuerpo.

Muchas veces, la persona no es consciente de que su malestar actual proviene de una experiencia pasada. Sin embargo, el cuerpo mantiene el recuerdo en un nivel profundo y, si no se libera, puede seguir condicionando la vida de la persona.

Liberación de la memoria celular del trauma

Para sanar estas memorias celulares, es fundamental trabajar tanto en el nivel físico como en el energético. Algunas técnicas eficaces incluyen:

  • Terapia cráneo-sacral: Facilita la liberación de tensiones profundas y ayuda a restaurar el equilibrio natural del cuerpo.
  • Reiki y sanación pránica: Permiten disolver bloqueos energéticos y restaurar la armonía en el campo sutil.
  • Chikung y prácticas corporales conscientes: Ayudan a desbloquear la energía atrapada y a restaurar el flujo vital.
  • Trabajo con el ser cuántico: Accede a la raíz del trauma para desactivar su impacto emocional y energético.
  • Liberación emocional y terapia somática: Procesos como la respiración consciente, la meditación y la visualización ayudan a descargar la tensión acumulada en los tejidos.

Cuando el cuerpo libera la memoria del trauma, recupera su capacidad de regeneración y sanación. Esto no solo mejora la salud física, sino que también permite a la persona sentirse más libre, ligera y equilibrada en todos los niveles de su ser.

Reactivación de la Memoria Celular del Trauma

La memoria celular del trauma no desaparece automáticamente con la curación física de una lesión. En muchas ocasiones, sigue latente en el cuerpo y puede reactivarse cuando se presentan ciertos estímulos que evocan la experiencia original. Este fenómeno ocurre porque el cuerpo y la mente están profundamente interconectados, y cualquier factor que recuerde el trauma puede despertar la memoria grabada en los tejidos.

¿Cómo se reactiva la memoria del trauma?

  1. Factores físicos

Dolor o tensión en la zona afectada: Aun cuando la lesión ha sanado, el cuerpo puede mantener patrones de tensión como un mecanismo de defensa. Por ejemplo, una persona que sufrió un accidente de tráfico puede seguir sintiendo rigidez en el cuello años después, aunque los exámenes médicos indiquen que no hay lesión.

Cicatrices y adherencias: Las cicatrices quirúrgicas o las adherencias internas pueden mantener la memoria del trauma y causar molestias crónicas o restricciones en la movilidad.

Repetición de movimientos: Si un movimiento específico estuvo asociado con el trauma (como una caída o un impacto), repetirlo en el presente puede despertar la memoria del evento y provocar dolor o incomodidad.

  1. Factores emocionales

Situaciones similares al evento traumático: Si alguien sufrió una cirugía traumática, el simple hecho de visitar un hospital o escuchar sonidos relacionados con procedimientos médicos puede generar ansiedad o malestar en la zona afectada.

Estrés o fatiga: Cuando la persona atraviesa un periodo de estrés intenso, el cuerpo puede volverse más sensible y reactivar memorias traumáticas almacenadas en los tejidos. Esto explica por qué algunas dolencias reaparecen en momentos de tensión emocional.

Emociones reprimidas: Si la persona no procesó completamente el miedo, la angustia o el dolor del evento traumático, esas emociones pueden resurgir en situaciones que evoquen la experiencia original.

  1. Factores energéticos

Bloqueos en el flujo vital: Cuando una memoria traumática queda atrapada en un chakra o en un punto específico del sistema energético, cualquier alteración en el flujo de energía puede traer de vuelta la sensación del trauma.

Contacto con otras personas o lugares: En algunos casos, estar cerca de una persona o un entorno que recuerde la experiencia traumática puede activar la memoria celular y generar una reacción emocional o física.

Prácticas de sanación o terapia energética: A veces, durante sesiones de terapia cráneo-sacral, reiki, sanación pránica o chikung, la energía bloqueada comienza a liberarse y la persona puede experimentar sensaciones, recuerdos o emociones asociadas con el trauma original.

Ejemplo de reactivación de la memoria celular

Una persona que sufrió una caída fuerte en la infancia y se fracturó una pierna puede haber sanado físicamente, pero si en la adultez experimenta una situación de estrés o vuelve a sufrir una caída leve, su cuerpo podría recordar el impacto original. Esto podría manifestarse como un dolor inexplicable en la pierna, una sensación de miedo intenso o una reacción emocional desproporcionada al incidente.

Cómo liberar y sanar la memoria del trauma

Cuando una memoria traumática se reactiva, el cuerpo está mostrando la oportunidad de liberarla. Algunas formas de trabajar en su sanación incluyen:

  • Terapia cráneo-sacral para liberar la energía atrapada en los tejidos.
  • Chikung y movimientos conscientes para desbloquear la energía estancada y restaurar el flujo vital.
  • Reiki y sanación pránica para armonizar el sistema energético y disolver bloqueos.
  • Trabajo con el ser cuántico para identificar y neutralizar la carga emocional asociada.
  • Técnicas de respiración y liberación emocional para permitir que la memoria se exprese y se integre sin generar tensión.

Cuando el cuerpo logra procesar y soltar la memoria celular del trauma, la energía que estaba atrapada se reintegra al flujo natural de la vida, permitiendo una mayor sensación de bienestar y ligereza.

Las memorias celulares del trauma pueden reactivarse por diversos estímulos, que actúan como disparadores inconscientes. Según el libro revisado, estos recuerdos no funcionan como la memoria convencional, sino que se almacenan en la mente reactiva y pueden permanecer latentes hasta que un estímulo específico los active. Esto se debe a que los engramas (huellas de trauma emocional y físico) contienen registros de todas las percepciones asociadas al momento de la experiencia traumática, incluyendo sonidos, olores, texturas y sensaciones físicas​.

Un ejemplo de reactivación ocurre cuando un individuo, que en el pasado sufrió un trauma acompañado de un sonido específico (como el ruido de un coche pasando), experimenta ansiedad o malestar al escuchar un sonido similar. El entorno puede contener múltiples «reestimuladores» que mantienen la memoria del trauma activada crónicamente, generando un estado constante de tensión emocional y física​.

Otro mecanismo de reactivación se produce cuando la persona atraviesa una situación de estrés emocional que, aunque no esté directamente relacionada con el trauma original, baja su nivel de resistencia psicológica y permite que los engramas latentes resurjan. En estos casos, las emociones dolorosas actuales pueden conectar con los traumas pasados, intensificando la respuesta emocional sin que la persona sea consciente de la verdadera causa de su malestar​.

Estos mecanismos explican por qué algunos eventos aparentemente inofensivos pueden desencadenar reacciones emocionales intensas y desproporcionadas. La sanación de estas memorias requiere técnicas que permitan acceder y liberar la carga emocional contenida en los engramas, ya sea a través de la terapia cráneo-sacral, la sanación pránica o el reiki, que trabajan con la energía del cuerpo para desactivar estos patrones de respuesta inconsciente.

Los engramas, los traumas, la inconsciencia, los accidentes y las intoxicaciones pueden provocar múltiples efectos en la mente y el cuerpo. Según el material revisado, estos elementos afectan la mente reactiva y generan patrones de conducta que pueden persistir a lo largo de la vida.

1. Efectos de los Engramas

Los engramas son registros de experiencias traumáticas almacenados en la mente reactiva, especialmente cuando la mente analítica está reducida por dolor físico, drogas o inconsciencia. Estos engramas pueden influir en el comportamiento de manera involuntaria y reactivarse con estímulos similares a los que ocurrieron durante el trauma​.

Un engrama puede dictar el destino de una persona. Por ejemplo, si el contenido del engrama indica que la persona debe fallar para sobrevivir, esta desarrollará patrones de auto-sabotaje. Si el engrama contiene una orden agresiva, la persona puede tener tendencias violentas sin comprender la razón​.

2. Impacto de los Traumas

El trauma, ya sea físico o emocional, deja una huella en la memoria celular. El cuerpo no solo recuerda la lesión, sino que también retiene las emociones asociadas. Si una persona experimenta un accidente grave o una cirugía dolorosa, la sensación de vulnerabilidad puede persistir incluso después de la recuperación física​.

Estos traumas pueden generar patrones repetitivos, como la propensión a los accidentes. Se menciona que algunas personas que sufren múltiples accidentes tienen engramas que los predisponen a situaciones de riesgo. Su mente reactiva «ordena» que ocurran accidentes como una forma de reafirmar el contenido del engrama​.

3. Consecuencias de la Inconsciencia

Durante los estados de inconsciencia, como desmayos, anestesia o shock por un accidente, la mente reactiva sigue grabando información. Todo lo que se dice y ocurre en ese momento puede almacenarse como un engrama, sin que la persona sea consciente de ello​.

Por ejemplo, una persona que recibe anestesia durante una cirugía y escucha comentarios negativos del equipo médico puede desarrollar creencias inconscientes de enfermedad o debilidad, aunque no recuerde conscientemente el evento​.

4. Secuelas de los Accidentes

Los accidentes no solo causan daño físico, sino que también pueden dejar engramas que afectan la conducta futura. Se describe que algunos individuos que sufren traumatismos pueden desarrollar fobias o bloqueos emocionales relacionados con el evento. Por ejemplo, alguien que sufrió un accidente automovilístico puede experimentar ansiedad extrema al manejar, sin entender por qué​.

Además, los accidentes pueden contribuir a la desconexión del poder analítico de la mente, dejando a la persona más vulnerable a la influencia de su mente reactiva y aumentando su tendencia a repetir experiencias negativas​.

5. Efectos de las Intoxicaciones

Las sustancias tóxicas, incluyendo el alcohol, las drogas y ciertos medicamentos, pueden actuar como catalizadores de engramas. El material revisado menciona que el alcohol es un depresor del sistema nervioso que facilita la implantación de engramas, lo que puede llevar a la adicción o a patrones destructivos de comportamiento​.

Se menciona que el uso de ciertas drogas anestésicas o hipnóticas puede generar estados de sugestionabilidad, en los cuales las palabras o eventos que ocurren en ese momento pueden quedar grabados como engramas y afectar la vida de la persona mucho después del efecto de la droga​.

Conclusión

Los engramas y los traumas pueden afectar profundamente la vida de una persona, generando bloqueos emocionales, enfermedades psicosomáticas y patrones repetitivos de sufrimiento. La liberación de estas memorias puede lograrse a través de técnicas terapéuticas que permitan acceder a estos registros inconscientes y neutralizar su impacto en el presente.

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