Neville G. se observador
Neville Goddard se observador de tus pensamientos
Neville Goddard promovía la idea de ser un observador consciente de los pensamientos como una práctica crucial para desarrollar el control sobre la mente y, por lo tanto, sobre la realidad que creamos. Goddard consideraba que la mayoría de las personas están sumidas en patrones de pensamiento inconscientes y reactivos que, sin darse cuenta, moldean su vida cotidiana. En su visión, al ser un observador de nuestros pensamientos, podemos distinguir entre los pensamientos que nos sirven y aquellos que nos limitan, permitiéndonos así tomar un papel activo en la creación de nuestra realidad.
1. La Conciencia como el Verdadero Yo
Goddard sostenía que nuestro «yo verdadero» no son nuestros pensamientos, sino la conciencia detrás de ellos. Este «yo» esencial es el observador silencioso, esa parte de nosotros que puede observar sin juzgar ni reaccionar automáticamente. Al cultivar esta conciencia de observador, según él, nos des identificamos de pensamientos que suelen ser producto de la programación inconsciente, el miedo o las creencias limitantes, y nos alineamos con nuestra esencia creativa.
Esto también nos lleva a reconocer que somos quienes damos poder a cada pensamiento al enfocarnos en él, o quienes decidimos ignorarlo y restarle importancia. Goddard señalaba que, para vivir una vida acorde con nuestros deseos, debemos estar en contacto constante con este “observador interno”.
2. Desapego de los Pensamientos Limitantes
Para Neville, observar los pensamientos es una forma de tomar control sobre ellos en lugar de dejarnos arrastrar por su inercia. Al observarlos sin reaccionar, uno puede ver los pensamientos limitantes o negativos que surgen y, en lugar de involucrarse emocionalmente, dejarlos pasar.
La práctica del desapego, según Goddard, permite liberar la mente de aquellos pensamientos que refuerzan creencias limitantes sobre uno mismo o el entorno. Este desapego nos da el poder de elegir pensamientos que nos empoderen y estén alineados con lo que realmente deseamos experimentar en la vida.
3. Elección Consciente de Pensamientos Creadores
Una vez que hemos aprendido a observar y desapegarnos de los pensamientos que no queremos, Neville invita a usar nuestra imaginación para asumir pensamientos y creencias que reflejen nuestra versión ideal de nosotros mismos. La observación nos permite distinguir con claridad cuáles pensamientos fortalecen esta nueva identidad y cuáles no, de modo que podamos reemplazar los pensamientos reactivos y automáticos con imágenes y afirmaciones conscientes que construyan la vida que deseamos.
La idea es que, al tomar el rol de observador, podemos redirigir nuestra atención hacia pensamientos que proyecten una versión deseada de nosotros mismos, asegurándonos de que estos se conviertan en las «semillas» de las futuras experiencias que queremos vivir.
4. Entrenar la Atención como Fuente de Poder
Para Goddard, la atención es un poder creativo, y su práctica de observación de los pensamientos está diseñada para entrenarla. La atención que ponemos en nuestros pensamientos alimenta sus emociones y su influencia en nuestra realidad. Si dejamos la atención «descuidadamente» en pensamientos de duda, temor o carencia, estos crecerán. En cambio, si tomamos consciencia y redirigimos nuestra atención hacia pensamientos de abundancia, paz y amor, cultivaremos estas cualidades en nuestra vida.
Este entrenamiento requiere práctica y disciplina, pero, al lograrlo, uno puede ir construyendo una realidad más alineada con sus intenciones y deseos.
5. El Observador como Fuente de Paz Interna
Practicar la observación de los pensamientos también trae paz interna, ya que, al ser conscientes de la mente, dejamos de identificarnos con los estados de ansiedad o conflicto. Al observar sin reaccionar, alcanzamos una tranquilidad que, según Goddard, abre el camino para que los pensamientos creativos y positivos florezcan sin interferencia.
Esta paz interior es fundamental, pues Goddard creía que desde este estado se manifiestan los deseos con mayor facilidad y claridad, ya que la mente no está agitada por dudas o preocupaciones que diluyan nuestra intención.
Práctica Sugerida de Observación de Pensamientos
Una práctica sencilla inspirada en las enseñanzas de Goddard consiste en tomar unos minutos al día para sentarse en silencio, observar los pensamientos que surgen y dejarlos pasar sin aferrarse a ellos ni juzgarlos. Al hacerlo, uno puede preguntarse: ¿Este pensamiento refleja la realidad que quiero vivir? Si la respuesta es no, simplemente permítete dejarlo ir y redirige tu enfoque hacia pensamientos alineados con tus deseos y aspiraciones.
En resumen, para Neville Goddard, ser el observador de nuestros pensamientos es el primer paso hacia la maestría personal y la manifestación consciente de nuestros deseos. Nos permite distanciarnos de patrones reactivos, elegir intencionadamente nuestros pensamientos y, con el tiempo, cultivar una mente que apoye y refleje la vida que realmente queremos experimentar.
SE OBSERVADOR
La importancia de observar objetivamente tus pensamientos no puede ser enfatizada lo suficiente. Es fácil caer en los patrones de pensamiento que pueden dificultarnos el logro de nuestros deseos. Entonces se hace fácil culpar a otros o atribuir nuestras frustraciones a causas secundarias.
Siendo una persona bastante impaciente, por lo general estoy ansioso por llegar casa después del trabajo y en particular me desagrada tener que hacer cola. Empecé a darme cuenta que no importa qué hora elija para comprar algunos artículos en el supermercado, encontraría problemas al pasar por caja tales como las comprobaciones de precios necesarias, personas extendiendo cheques que tienen problemas para localizar su identificación, y otros varios tipos de retrasos. Me encontré temiendo estas ocasiones, y quería hacer algo sobre estas situaciones molestas. Cuando empecé a observar mis pensamientos encontré que, mientras hacía cola, me decía a mí mismo, “Siempre tengo que esperar”. Entonces me di cuenta de que esas declaraciones hechas una y otra vez habían creado lo que yo no quería experimentar. Conscientemente cambié esa declaración a, “No importa cuándo me detengo en el supermercado, nunca tengo que esperar”. Por supuesto, esa nueva declaración ha funcionado tan bien como la negativa.
A medida que empieces a observar tus pensamientos, no te desanimes si encuentras que tus conversaciones internas no armonizan con la forma en que deberías sentirte si hubieras logrado tu meta. En primer lugar, debes tomar conciencia de lo que estás haciendo con tu poder creativo antes de que puedas empezar a cambiarlas. Te pido que vayas a la “casa del alfarero” y veas lo que estás haciendo. Si la vasija está deforme, entonces rehazla en el tipo de vasija que sería de tu agrado.
A medida que empieces a observar tus pensamientos, no podrás evitar darte cuenta de que solamente tú eres la causa de todo lo que llega a tu mundo. Sólo tú puedes cambiarlo.