Neville G. apariencias

Neville G. apariencias

Neville Goddard.

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Fue un escritor y conferenciante de metafísica conocido por su enseñanza sobre la manifestación, el poder de la imaginación, y la ley de la asunción. Sus ideas están basadas en el principio de que la conciencia crea la realidad, y que al imaginar claramente lo que se desea, se puede influir en el mundo externo para manifestarlo.

Neville Goddard enseñaba que las «apariencias» en el mundo físico son el resultado de nuestra imaginación y nuestras creencias internas. En su perspectiva, el mundo externo es una proyección de nuestra mente; lo que vemos como realidad externa es simplemente el reflejo de nuestro estado de conciencia.

Según Goddard, si deseamos cambiar nuestras circunstancias, no debemos luchar contra las apariencias externas, sino cambiar nuestra percepción interna. La clave está en asumir el estado de ser que deseamos, sentirlo como una realidad presente, y las apariencias eventualmente cambiarán para alinearse con esa nueva creencia. Es decir, lo que percibimos como «realidad» es maleable y se transforma a partir de la imagen que sostenemos en nuestra imaginación.

Esta idea se relaciona con su enseñanza sobre la «ley de la asunción», que sugiere que si asumimos y creemos firmemente en algo, esa creencia se manifestará externamente. Goddard enfatizaba la importancia de no ser esclavos de las apariencias, sino más bien maestros de nuestra realidad a través de nuestra imaginación.

APARIENCIAS

Lo que ahora te está confrontando en tu mundo es el resultado de tus pensamientos, creencias, sentimientos y actividad imaginaria del pasado. Esas apariencias continuarán existiendo mientras sigas dándoles vida a través de tu atención consciente a ellas. Tienes que ignorar la evidencia de tus sentidos en lo que respecta a cualquier condición indeseable de tu vida. Tienes que imaginar y sentir que ya has logrado lo que quieres experimentar en vez de lo que no quieres que continúe existiendo. Esto puede parecer difícil, sin embargo, es probable que hayas ejercido este principio inconscientemente para producir resultados negativos.

Cuando yo contaba con la edad de veinte pocos me encontré en una situación que era muy desagradable para mí y quería salir de ella. Después de asistir a una conferencia de Neville esperé para hablar con él más tarde. De manera breve le hablé de mis circunstancias infelices y tenía la esperanza de que me ofreciera algunos consejos sobre cómo cambiarlas. Él me sonrió y dijo, “No las aceptes”. En ese momento de mi vida no acababa de entender lo que Neville había estado enseñando. Pensé que había entendido mal mi pregunta, y yo traté de aclarar mi problema diciendo que yo ya había tomado la decisión de estar en la situación que ahora encontraba tan desagradable. Neville sonrió de nuevo y dijo, “No las aceptes”. Me alejé de su presencia muy frustrado, pensando que no había entendido mi problema. Continué leyendo los dos libros que yo tenía de Neville. Gradualmente entendí que a pesar de las circunstancias que me rodeaban no tenía necesidad de aceptarlas como definitivas.

Empecé a imaginar lo que yo quería en lugar de enfocar mis pensamientos en mi entorno negativo. Un suceso tuvo lugar dos semanas después de que comencé mis actos imaginarios que fue instrumental para traerme cinco meses más tarde lo que era el deseo de mi corazón – un nuevo hogar. Mientras tanto, la situación que había sido tan deprimente para mí mejoró, y pasé los siguientes cinco meses planificando lo que yo haría en mi nuevo hogar.

Piensa en alguna decepción del pasado que puedas haber tenido. Quizás te quedaste con las ganas de asistir a un evento especial con alguien. ¿En tu anticipación a él, pensaste, “Esto es demasiado bueno para ser verdad, ¿probablemente sucederá algo que lo echará a perder”? Y probablemente algo sucedió que creó un conflicto o causó que te lo perdieras por completo. El hombre encuentra relativamente sencillo ignorar la promesa de algo bueno pensando en todas las razones por las que no puede lograrlo.

La gente a tu alrededor puede apresurarse a señalar que estás siendo poco realista cuando hablas de un deseo que parece difícil o imposible de alcanzar. Todos deberíamos ser poco realistas delante del ejército de la duda si queremos experimentar nuestro deseo cumplido. Se nos dice que ignoremos los “hechos” que pudieran negar el logro de los deseos de nuestro corazón. El hábito es la única cosa que mantiene a nuestros pensamientos moviéndose a lo largo de las viejas y negativas rutas familiares. Nadie puede cambiar tus patrones de pensamiento y, por tanto, tu vida, sino tú. Merece todo el esfuerzo que pueda requerirse para que te sea posible centrar tu atención y sentir como sería si ya tuvieras lo que quieres en lugar de mantener las cosas como son actualmente. La conciencia es la única causa y la única realidad. Cada experiencia negativa fue producida por primero darle atención y sentimiento a esa condición. Lo que la conciencia ha hecho la conciencia lo puede deshacer. Tu responsabilidad es imprimir en tu mente el cambio que deseas expresar.

Tu imaginación es el poder creativo que puede cumplir y cumplirá el fin sin esfuerzo y de una manera natural.

Las apariencias confirman nuestros antiguos patrones de pensamiento habituales. Lo que te imaginas ser hoy se proyectará en tu mundo mañana. La persistencia en asumir que eres la persona que deseas ser, a pesar de tus circunstancias presentes – [esto] es la única condición impuesta para encarnar ese ideal.